Somos un cúmulo de emociones y pensamientos, es normal que cuando estamos con otra persona nuestro juicio, a pesar de lo razonables e inteligentes que seamos, se nos nubla y comenzamos una disputa que realmente nada tiene que ver con lo que sentimos el uno por el otro, pero a veces es un síntoma de los muchos problemas de pareja que pueden solucionarse antes de tiempo o que ya es el resultado de estirar algo que solo puede ser tóxico.
Analiza los problemas de pareja
Primero deberías pensar en frío, y hacerte cuestiones como “¿por qué estás enfadada con tu novio?” Si no sabes responder sin razonamientos de cría entonces es porque no era tan importante como tú creías en ese momento. Piensa cuál es la causa de esa discusión que acabáis de tener o que siempre os hace tener para analizar y detener la explosión.
Esto no es ‘Sálvame’, donde el que más grita es el que más enfoca la cámara y parece tener razón. Las discusiones pueden ser sin forzar la garganta, de forma tranquila, ya que buscas arreglar un problema, no pisotear a tu novio, ¿verdad?
Intenta tranquilizarte y dejar que la otra persona se explique, porque interrumpirlo no te servirá de nada. Deja que hable, que piense y razone que es lo que ha hecho mal, puede que se resuelva el problema más rápido que si te pones a gritarle y a interrumpirle cada segundo porque se te van ocurriendo problemas del pasado y vas calentando la cosa.
Lo mismo pasa contigo, expón tus argumentos de forma clara, di lo que te molesta y cuál es el problema para llegar a un acuerdo mutuo de cómo arreglarlo. Piénsalo varias veces, vaya a ser que digas algo que no venga a cuento y que pueda forzar una discusión más acalorada o algo peor. Pensar también te va a servir para ver qué problemas de pareja tienes siempre y de si estás equivocado
Muchas veces los problemas de pareja se tratan en el peor momento, intenta hacerlo cuando la situación sea propicia y donde nadie más vea que estás explotando. Que sea un sitio íntimo, donde no molestéis a nadie más y donde vuestro estrés no aumente exponencialmente. Tampoco cuando estáis teniendo un momento romántico y de repente te acuerdes de un problema ¿tienes la necesidad de arreglarlo en ese mismo instante y cargarte el romanticismo?
Muchas veces uno de los problemas de pareja que propician discusiones es que exigimos más a la otra persona de lo que puede dar o que incluso nosotros no podríamos dar tampoco, por lo que debes pensar que en una pareja no existe la igualdad como tal ni la simetría, eso es algo que deberíamos aceptar desde el primer segundo. Pero lo que sí hay que intentar es una equidad, ya que tú tienes una forma de ser diferente y tu pareja otra y recuerda que por eso os enamorasteis el uno del otro, por las semejanzas, pero también por las diferencias. Que no se te olvide nunca.
No te tomes los problemas de pareja como si hubiera un ganador y un perdedor. Las discusiones son para tratar un tema que os afecta a ambos y tenéis que buscar la solución para que juntos podáis seguir conviviendo con tranquilidad y tener la relación estable.
Si el error es tuyo y la discusión se ha desmadrado, di la palabra perdón. Siéntelo, admite que el problema ha sido tuyo, no ganas nada con seguir aumentando la ira de tu pareja, lo mismo pasa al revés. Saber decir perdón es uno de los problemas de pareja que harían que muchas discusiones no fueran a más.
Vale, ya has pensado y analizado lo que pasa contigo. Ahora hazlo en la piel de tu novio, siente empatía, qué pasaría si fueras él y te pasara lo que ha provocado la discusión. Seguramente llegarías a entenderlo y serías menos estricta con él. Si te sientes mal siendo él, imagínate como debe estar sufriendo. Así que intenta solucionar el problema para que no vuelva a sufrir, recuerda que es la persona que amas.
Problemas de pareja: qué lleva al divorcio
Muchas mujeres sienten que deben divorciarse de sus maridos porque no se sienten valoradas y que se sienten responsables de la relación, que si no fuera por ellas no habría unión ni comunicación, ni siquiera un esfuerzo por la otra persona para poner atención. Por eso muchas mujeres y chicas sienten que están agotadas y que la relación depende de lo que ella dé y no de la otra persona.
Otra de las razones que llevan al divorcio o a la separación es porque hay muchas discusiones y los problemas de pareja no se resuelven, porque son los mismos que llevan arrastrándose mucho tiempo. La insatisfacción de que los problemas de pareja no se resuelvan y que el resentimiento aumente es el momento en el que la relación se convierte en tóxica y tiene las horas contadas.
Cuando el sexo no funciona, sobre todo cuando la intensidad o las veces que se tiene sexo es escaso, por lo que, si uno de los dos de la pareja no se siente satisfecho en este tema, se sentirá frustrado y sentirá que la otra persona no la quiere de verdad. Esto crea divisiones en la pareja.
Las mujeres creen que los problemas de pareja se deben primordialmente a que se sienten infelices con su pareja porque no se sienten tan unida como antes o porque no hay la misma conexión que existía al principio de la relación. Esa bajada de intensidad en la relación provoca la ruptura para la mayoría.
Por último, ven que el factor de la evolución y de la madurez se hace notable con respecto a sus parejas, por lo que ven que es uno de los grandes motivos de los problemas de pareja que hacen que uno se haya estancado mientras el otro ha cambiado.