La obesidad es el exceso de grasa que provoca un aumento del peso corporal y que implica un riesgo para la salud.
Para cuantificar el exceso de grasa que posee un sujeto, se emplea el índice de masa corporal, que se obtiene de realizar el porcentaje de la diferencia entre el peso actual y el peso ideal del sujeto. Las personas cuyo índice de masa corporal supera el 30%, son obesas. Las causas de la obesidad son múltiples y no se conocen con certeza.
Causas de la obesidad y los distintos tipos:
Las causas de la obesidad son muchas y pueden distinguirse varios tipos de obesidad:
- Obesidad primaria: también denominada de causa desconocida. Las causales son la disminución del gasto energético, que resulta inferior a la energía ingerida. Estos pacientes compensan el mayor esfuerzo que les implica la realización de actividad física, con una menor actividad. El gasto energético puede estar alterado por una resistencia a la insulina, una afección hipotalámica, alteraciones del tono simpático, alteraciones de las proteínas que controlan la termogénesis. La ingesta de calorías aumenta. Se dificulta el equilibrio entre el gasto de grasas y el consumo de las mismas.
- Obesidad secundaria: o de causa conocida. Se distinguen varias causas. Obesidad neuroendocrina (rara). Obesidad hipotalámica, ocasionada por afecciones en el hipotálamo, es muy rara, se acompaña de hipertensión intracraneal, alteraciones en la visión, síntomas neurológicos, fisiológicos, entre otros. Obesidad hipofisaria, debido a déficit de la hormona del crecimiento. Obesidad suprarrenal, como el síndrome de Cushing. Hipotiroidismo grave. Síndrome de ovarios poliquísticos. Factores genéticos, ambientales, fármacos.
Cuando una persona tiene un desequilibrio del balance energético y se acumulan lípidos en el tejido adiposo, los adipocitos aumentan su tamaño, cuando alcanzan el máximo, se forman nuevos adipocitos provocando una hiperplasia. Cuando un paciente obeso en grado importante practica una dieta y logra perder peso, no disminuye el número de adipocitos.
La obesidad se clasifica según la distribución de la grasa en:
- Obesidad androide: conocida también como obesidad abdominal, es más común en los hombres. Implica un riesgo cardiovascular por localizarse principalmente en la zona del abdomen, las células de esta zona son más sensibles a la insulina y las catecolaminas. También favorece la aparición de hipertensión arterial, diabetes mellitas, hiperinsulinismo, tiene un índice de mortalidad importante.
- Obesidad ginoide: es la que se da mayoritariamente en las mujeres, caracterizada por la acumulación de grasa en la parte inferior del cuerpo, principalmente debajo de la cintura, en el bajo vientre, las caderas y los muslos. Tiene una mayor presencia de hiperplasia que la androide.
La obesidad acarrea una serie de riesgos para la salud que incluyen: hiperinsulinemia, resistencia a la insulina, diabetes, enfermedades cardiovasculares, hiperlipemia, insuficiencia venosa periférica, trastornos respiratorios, cáncer, colelitiasis, esteatosis hepática, hiperuricemia, gota, trastornos psicológicos, problemas endócrinos.