La vitamina D es una vitamina liposoluble, que es producida por el organismo luego de la exposición a los rayos ultravioletas provenientes del sol. También los alimentos con vitamina D podemos encontrarlos bajo la forma de “precursores”, que son sustancias que se convierten en vitaminas luego de ser metabolizadas por el organismo.
Alimentos con vitamina D y sus propiedades:
Hay diferentes precursores en los alimentos con vitamina D: 7-dihidrocolesterol de origen animal, ergosterol de origen vegetal, los cuales necesitan de la radiación solar para convertirse en provitaminas.
Los rayos ultravioleta son los desencadenantes de la síntesis de vitamina D en la piel. El estímulo de los rayos ultravioletas produce dos transformaciones en los precursores, la primera a pro-vitaminas que tiene lugar en el hígado, y la segunda a las formas activas de la vitamina D que se da en el riñón. En la síntesis de la vitamina intervienen la pigmentación de la piel y el grado de la exposición solar. Las pieles oscuras sintetizan menos cantidad de vitamina D porque permiten menor paso de rayos ultravioleta.
La vitamina D se deposita mayoritariamente en los huesos, en el hígado, la piel y el cerebro.
Esta vitamina es estable, no se destruye por la cocción y se puede conservar por mucho tiempo, pero se deteriora y oxida en contacto con la luz y el oxígeno.
Las funciones de la vitamina D incluyen:
- Mantener los niveles de calcio y fósforo en los huesos y los dientes. Estimula la absorción a nivel intestinal del calcio y fósforo, y a nivel renal su reabsorción. Regula el metabolismo de dichos minerales.
- Participa en el crecimiento y maduración celular.
- Fortalece el sistema inmunológico, previniendo infecciones.
- La hormona paratiroidea producida por las glándulas paratiroides aumentan la activación de vitamina D activa en el riñón. A su vez, la vitamina D aumenta la liberación de calcio y fósforo desde el hueso. También interviene en la secreción de insulina del páncreas.
- La vitamina D regula los niveles de calcio en la sangre, y este incide en la salud del sistema nervioso y la musculatura.
Entre los alimentos con vitamina D, los lácteos ocupan un papel principal: la leche, los quesos, la manteca.
También están los huevos (en la yema), la margarina, el aceite de hígado de pescado, los pescados grasos (salmón, atún, arenque, sardinas). Los vegetales contienen pequeñísimas dosis de vitamina D, por lo que muchos cereales envasados contienen vitamina D como agregado.
Importancia de los alimentos con vitamina D:
La deficiencia de vitamina D puede ocurrir cuando: la ingesta de alimentos con vitamina D es menor de la recomendada. Cuando el riñón no puede transformar la vitamina Den su forma activa. Si la exposición solar es insuficiente. La vitamina no es absorbida correctamente a nivel del tracto digestivo.
La deficiencia de vitamina D provoca el aumento de la producción de hormona paratiroidea y la pérdida de calcio en los huesos. Provoca raquitismo en los niños (deformidades óseas; dolor óseo en las extremidades, la columna y la pelvis; aumento en la tendencia de las fracturas; deformidades dentales y aumento de la incidencia de caries dentales; crecimiento deficiente; calambres musculares, disminución del tono muscular).
El raquitismo puede corregirse con un aumento del consumo de vitamina D y minerales, durante la etapa de crecimiento, posteriormente, las deformaciones toman carácter permanente.
Otra consecuencia de la deficiencia de vitamina D es la osteomalacia en adultos, que es similar al raquitismo de los niños, es una enfermedad ósea caracterizada por una mineralización deficiente de la matriz ósea que también puede deberse a alteraciones del metabolismo, y provoca reblandecimiento de los huesos, ocasionando deformaciones (fracturas óseas, debilidad muscular, dolor en los huesos, entumecimiento en las extremidades y alrededor de la boca, ritmo cardíaco anormal, alteraciones en la marcha). Osteoporosis; cáncer de colon, de próstata y de mamas; artritis; diabetes ( la deficiencia de vitamina D impide el metabolismo de la glucosa y reduce la secreción de insulina, aumentando el riesgo de padecer diabetes mellitas); problemas cardiovasculares.