Os presentamos un buen entrante para sorprender a tus invitados. Croquetas caseras de toda la vida pero con un toque exótico de bechamel de vainilla ideal para cualquier cena.
Ingredientes
1 trozo magro de gallina
1 puerro
1 zanahoria
1 diente de ajo
2 huevos
1 vaina de vainilla
1/4 l de leche
60 g de mantequilla
150 g de harina
pan rallado
agua
sal
pimienta
Preparación
En primer lugar limpiamos y picamos el puerro y pelamos y troceamos la zanahoria. En una cazuela doramos el puerro, y añadimos la zanahoria y el ajo machacado. Tras ello, rehogamos e introducimos el trozo de gallina, lo cubrimos con agua y dejamos que se haga el caldo durante unos 30 minutos. Una vez tenemos el caldo hecho, lo colamos y desmigamos la gallina.
A continuación, ponemos a cocer la leche con la vainilla en una cazuela hasta que hierva, que procederemos a retirarlo del fuego y lo dejaremos reposar durante 10 minutos. También coceremos un huevo durante 10 minutos. A la vez podremos ir fundiendo la mantequilla en una cazuela, y le añadiremos 60 gramos de harina dejándola que se rehogue bien. Echaremos 1/4 litro de caldo de gallina caliente y le añadiremos la leche de vainilla. Todo esto sin parar de remover.
Una vez que este espeso echaremos la carne de gallina ya desmigada y el huevo duro picado. Mezclaremos todo bien para que se quede una mezcla homogénea. Añadiremos la sal y la pimienta y lo dejaremos cocinando durante 10 minutos.
Una vez hecha la masa la pasaremos a una fuente y la dejaremos reposar. A continuación, haremos bolitas con la masa, el tamaño dependerá del gusto de cada uno. Las rebozaremos en harina, huevo y pan rallado. Para acabar las freiremos en una sartén y una vez listas las escurriremos en un plato con papel absorbente para evitar el exceso de aceite.
Y ya tendremos listo para servir nuestro entrante