La vitamina B12 pertenece al complejo B, es una vitamina hidrosoluble esencial para el sintetizado de glóbulos rojos. Es necesaria para la función del sistema nervioso, para el corazón y para el cerebro.
También se la conoce como cobalamina, pues contiene cobalto. Es almacenada en el hígado, de donde el metabolismo la extrae a medida que es necesario. Las reservas del hígado pueden cubrir las necesidades del organismo durante 3-5 años.
La cobalamnia se obtiene durante la digestión de las proteínas de origen animal, sintetizada gracias a las enzimas de los jugos gástricos y el “factor intrínseco”. Por tanto, en casos de gastritis atrófica o déficit de factor intrínseco, es común que falte dicha vitamina. Esto ocurre en personas mayores de 50 años y luego de los 80 años, al 40% de las personas.
La vitamina B12 interviene en la síntesis del ADN, del ARN y de las proteínas, también en la formación de los glóbulos rojos. Mantiene la vaina de mielina de las células nerviosas; actúa en la síntesis de neurotransmisores; es necesaria para transformar los ácidos grasos en energía, contribuye al mantenimiento de la reserva energética de los músculos. Participa del funcionamiento del sistema inmunológico y es necesaria para metabolizar el ácido fólico.
Podemos encontrar esta vitamina en los alimentos de origen animal, como: vísceras, huevos y lácteos. En el pescado la encontramos principalmente en el atún, las sardinas y las almejas. En los vegetales es casi inexistente la presencia de vitamina B12.
La deficiencia de esta vitamina produce:
- Anemia perniciosa: deficiente producción de glóbulos rojos
- Degeneración nerviosa: por una síntesis defectuosa de la mielina neuronal
- Hormigueo y entumecimiento de las extremidades
- Trastornos menstruales
- Úlceras linguales
Una alimentación variada basta para cubrir las necesidades de esta vitamina, pero existen algunos casos donde se hace necesaria la administración de un complemento, siempre bajo supervisión médica:
- Mayores de 50 años: luego de esta edad puede disminuir la presencia de ácidos gástricos y del factor intrínseco, afectando la absorción de la vitamina B12.
- Medicamentos: uso de medicinas contra la acidez, la gota y la epilepsia
- Abuso de laxantes
- Vegetarianos estrictos: estas personas no ingieren alimentos de origen animal, por tanto no ingieren cobalamina
- Deficiencia de hierro, folatos y vitamina B6
- Tabaquismo: produce mala absorción de dicha vitamina
- Enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa: debido a las diarreas, y también a quienes fueron sometidos a cirugía estomacal
- Embarazo y lactancia: se requieren suplementos de vitamina B12.
Esta vitamina tiene un bajo riesgo de toxicidad, pero se recomienda precaución en su ingesta en dosis superiores a las recomendadas.
Como es una vitamina hidrosoluble, se pierde en un 30% durante el hervor de los alimentos. Puede ser destruida por diversos factores, como la luz, el alcohol, los estrógenos, las pastillas para dormir, el medio ácido y el alcalino.