Es una opinión coincidente entre la mayoría de los especialistas, que el factor psicológico tiene gran importancia en la obesidad, ya que produce ansiedad y ésta lleva al descontrol en la ingesta de alimentos. Basado en esto se han elaborado tratamientos adelgazantes que ayudan a controlar el apetito y seguir exitosamente las dietas. Conoce en qué consisten las “dietas psicológicas” y sus beneficios.
Las “dietas psicológicas” consisten en programas de estrategias psicológicas que permiten reducir las ingestas sin olvidar una dieta equilibrada que permita perder peso efectivamente.
Como es lógico, la terapia del comportamiento sale en apoyo de las dietas para ayudar a las personas con obesidad a controlar los impulsos que comandan sus costumbres alimentarias. Una de las técnicas básicas son las compras de los alimentos, que deben hacerse siempre después de comer y con una lista previamente elaborada para no ceder a las góndolas tentadoras y a la publicidad, y lograr realizar las compras adecuadamente.
Otra técnica muy efectiva consiste en guardar los alimentos lejos de la vista y del alcance. También es aconsejable lavar la vajilla inmediatamente después de comer y luego dar una caminata que aleje la mente de la comida.
La modificación de los hábitos alimenticios es fundamental para perder peso y en las personas con obesidad, incluso la forma en que comen influye en el mayor consumo de alimentos. Las personas con obesidad suelen comer muy deprisa e ingerir grandes cantidades de alimento antes de dar por terminada una comida. Es aconsejable que mastiquen bien cada bocado y que dejen descansar el tenedor mientras mastican.
Dentro de las “dietas psicológicas” podemos distinguir a la “dieta mental”, una dieta elaborada para modificar las estructuras mentales con el fin de que el cuerpo siga los dictados de la mente. Dicha dieta consiste en la práctica de ejercicios de elevación de la autoestima y de relajación, que conducen a que la persona obesa logre imaginarse a sí misma delgada, para que el inconsciente haga su esfuerzo por corresponder con esta imagen mental.
Como con otras dietas, existen dietas psicológicas poco serias que no están basadas en principios psicológicos serios y que no apuntan a solucionar el verdadero problema que está en la relación que la persona con obesidad tiene con los alimentos.