La nutrición cumple un papel fundamental en la salud de los individuos y más aún en las personas que padecen cáncer, donde puede favorecer la curación y la lucha contra las infecciones.
La mala nutrición en las personas con cáncer está relacionada con el estado de la enfermedad y con una merma en la calidad de vida. Un paciente bien nutrido tendrá más oportunidades de responder mejor ante un tratamiento, independientemente del estado del cáncer.
Cuando la ingesta de nutrientes no satisface las necesidades del organismo del paciente, se produce la desnutrición, caracterizada por la pérdida de peso involuntaria, disminusión del apetito, debilidad.
Las causas de la desnutrición están relacionadas con el tumor si está ubicado en la zona del aparato digestivo, lo que dificulta la alimentación. También las alteraciones en el metabolismo debidas a las sustancias secretadas por el tumor. Las alteraciones provocadas en el metabolismo de la glucosa, las proteínas y los lípidos provocan el síndrome caquexia-anorexia, muy frecuente en pacientes con cáncer y que suele tener incidencia en el desarrollo de la enfermedad.
Otros factores relacionados con la desnutrición son: cirugia, radioterapia, quimioterapia y la inmunoterapia.
También el consumo de alcohol y tabaco, además de la mala higiene bucal, pueden favorecer la pérdida del apetito y la desnutrición en estos pacientes.
Recomendaciones dietéticas para favorecer la nutrición en personas con cáncer
1. Realizar 5 o 6 comidas al día en porciones pequeñas.
2. Adaptar los horarios de las comidas. Los mayores aportes calóricos son mejor tolerados durante la mañana.
3. Realizar las comidas fuertes durante el momento en que la fatiga sea menor y el ánimo mejor.
4. Llevar una dieta variada. Las comidas deben hacerse en un ambiente agradable y con una buena presentación.
5. Mantener una buena higiene bucal luego de las comidas para evitar problemas bucales o pérdidas dentales.
6. La masticación lenta y con la boca cerrada, evitan tragar aire y favorecen la digestión.
7.Evitar las bebidas gaseosas. Es mejor si los líquidos se ingieren después de las comidas.
8. Evitar alimentos que ocasionen flatulencia y picantes.
9. Evitar alimentos con sabores y olores fuertes, también los de temperaturas extremas.
10. Son preferibles los alimentos horneados o hervidos. Los fritos y rebozados producen saciedad precoz y pueden ocasionar problemas digestivos.
11. Preferir alimentos ricos en proteínas o calorías y evitar los que tienen bajo contenido calórico.
Se recomiendan los paltos que contengan todos los elementos de una dieta equilibrada como pasteles de carne o pescado con verduras, los puddings.
Los pacientes con dificultades para tragar o con dolor, deben ingerir alimentos de consistencia blanda, purés, licuados. También pueden alimentarse con agua gelificada (preparaciones alimenticias que se obtienen en farmacias).
Los zumos de fruta favorecen la tolerancia de los alimentos.
Las comidas frías o a temperatura ambiente se toleran mejor que las comidas calientes.
Las grasas no son bien toleradas y los alimentos salados se toleran mejor que los dulces.