La bulimia nerviosa es un trastorno alimentario de origen mental, Se caracteriza por la aparición en forma alternada de episodios de atracones compulsivos a los que acompaña un sentimiento de culpa y pérdida de control, alternado con episodios de ayuno o alimentación escasa.
Características de la bulimia nerviosa
Durante los atracones que se producen en la bulimia nerviosa se ingieren alimentos de cualquier tipo, pero por lo general se prefieren los alimentos de alto contenido calórico y los dulces.
Es típico de estos enfermos el querer ocultar su conducta debido a la culpabilidad que experimentan. Los atracones se dan a escondidas y consisten en la ingesta rápida de los alimentos.
Otra característica de este trastorno está en las conductas compensatorias, para evitar la ganancia de peso, el método más habitual es la inducción del vómito, pero también se abusa de los laxantes y diuréticos, ayunos, enemas, práctica excesiva de ejercicio físico.
La bulimia nerviosa generalmente se acompaña de un cuadro de inseguridad y baja autoestima, que se relaciona directamente con la imagen corporal. Por lo general se trata de personas que provienen de familias disfuncionales.
Esta patología afecta principalmente a mujeres de raza blanca, clase media o alta. Suele iniciarse en la adolescencia y principios de la etapa adulta. Los atracones suelen comenzar durante un régimen dietético.
Efectos de la bulimia nerviosa sobre el organismo:
- Aspiración: es el pasaje del contenido gástrico a los bronquios.
- Rotura esofágica o gástrica.
- Neumomediastino: entrada de aire a la cavidad torácica.
- Hipopotasemia: bajo nivel de potasio en sangre.
- Arritmias cardíacas.
- Ansiedad, compulsión por comer.
- Vómitos.
- Abuso de laxantes y diuréticos.
- Deshidratación.
- Alteraciones menstruales y amenorrea.
- Reducción e incremento bruscos del peso corporal.
- Propensión a las caries dentales.
- Pérdida del esmalte dental.
- Aumento del tamaño de las glándulas salivales o infección de dichas glándulas.
- Alopecia.
- Inestabilidad del peso.
- Desmayos.
- Depresión.
- Alteraciones de la mucosa bucal.
- Cefaleas.
- Mareos.
- Dolor de garganta (luego de vomitar).
- Sequedad cutánea.
- Debilidad en las piernas.
La tasa de mortalidad de la bulimia nerviosa es aproximadamente del 5%.
El tratamiento de esta afección suele realizarse con terapia centrada en los síntomas relacionados con la alimentación. La prontitud del inicio del tratamiento es un factor fundamental en la recuperación del paciente, que será mayor y más duradera.