Perder peso siempre ha sido una preocupación de las mujeres, parece que nunca estuviéramos satisfechas con nuestra figura y por eso muchas veces caemos en el error de emprender cualquier dieta de moda sin acudir al médico o tomar en cuenta los riesgos, sino que buscamos un camino fácil para perder peso lo más rápido posible, aunque después volvamos a recuperar lo perdido y a veces más.
Una de las panaceas para quienes desean perder peso sin dejar de comer es la dieta cetogénica, donde se permite comer a voluntad, carnes, grasas y proteínas, mientras que los carbohidratos como harinas, azúcares, leche y frutas están prohibidos. Esta dieta se divide en cuatro etapas en las que se van agregando alimentos hasta alternar días de dieta con días sin dieta.
Si bien son muy efectivas para perder kilos, los peligros de las dietas cetogénicas son muy importantes y pueden deteriorar severamente tu salud.
La dieta está pensada para personas con obesidad mórbida o con epilepsia y para ser aplicada por cortos períodos, ya que al suprimir los carbohidratos y aportar un exceso de grasas y proteínas, se genera una cetosis, fenómeno que da nombre a estas dietas.
La cetosis es la formación de cuerpos cetónicos, semejante a la que se da durante el ayuno. Este fenómeno se debe a la ausencia de glúcidos, que da lugar a la formación de cuerpos cetónicos en las mitocondrias del hígado fundamentalmente y en una pequeña proporción, en los riñones. Dichos cuerpos cetónicos tienen la misión de brindar energía al cerebro y el corazón durante situaciones extremas en que la glucosa no pueda ser metabolizada por el organismo.
Cuando el organismo no dispone de glucosa debe extraer la energía de las propias grasas del cuerpo, y más precisamente de los músculos, lo cual puede resultar grave si tenemos en cuenta que el corazón es uno de los principales músculos que tenemos.
Por otra parte, la acumulación de cuerpos cetónicos en la sangre puede tener importantes consecuencias negativas para la salud. En definitiva, la cetosis es un recurso que el organismo tiene para brindarnos energía en situaciones extremas, pero no podemos utilizar los mecanismos de emergencia según nuestros caprichos, sin comprometer seriamente nuestra salud, por lo que las dietas cetogénicas solo pueden ser prescriptas por un especialista evaluado la relación beneficio-riesgos y por cortos períodos.